André Breton, visiones Surrealistas
por Jose Abelardo Franchini
El Surrealismo surge como un Movimiento anti-racionalista en el Arte y la Literatura como efecto del desencanto con lo tradicional, las convenciones sociales y la Ética conservadora, situación que se da al finalizar la 1ª Guerra Mundial.
André Breton demiurgo de la corriente publicó su primera obra Surrealista, “Los campos magnéticos”, en 1921.
El Surrealismo rechazaba la actitud premeditada del espíritu y por consiguiente rechaza la realidad, las construcciones lógicas, las leyes morales y los cánones estéticos. Buscaba lo esencial, lo inconsciente, lo que aparece en lo subjetivo antes de reflexionar y racionalizar.
“Todo induce a creer que hay un punto del espíritu desde el cual la vida y la muerte, la realidad y el ensueño, el pasado y el futuro, las cumbres y los valles dejan de aparecer como contradicciones y la finalidad del Surrealismo es trabajar para encontrar ese punto común y simplista”. André Breton señalaba esto en el “Segundo Manifiesto” de 1930.
Se trato de una reacción contra el Academicismo, en la película de Luis Buñuel “El perro andaluz” y en las obras de Picasso y Dalí se expresa esta línea argumental particularmente es de señalar la serie de “relojes blandos” de Dalí.
Los antecedentes del movimiento Surrealista Breton los señala en Lautreaumont y Rimbaud y el dadaismo de Marinetti y Jarry.
Se rechazaba la sociedad convencional, la patria y la religión. Como decimos más arriba el Surrealismo utilizo muchas posturas y gestos que antes había utilizado el Dadaísmo.
Se lo toma al Conde de Lautrémont como antecedente del Surrealismo por la desenfrenada violencia de sus sentimientos y lo mismo respecto a Arthur Rimbaud, que planteaba la necesidad de hacer del el Poeta un vidente “a través de un desarreglo inmenso y razonado de todos los sentidos.
El grupo que impulsa el Surrealismo se forma hacia 1922 alrededor de André Breton eran Louis Aragon, René Crevel, Philippe Soupault, Benjamin Péret, Paul Éluard, Robert Desnos y Georges Limbour quienes no estaban conformes con la desorientación en que había caído el Dadaísmo.
Breton en el primer manifiesto de 1924 exponía las intenciones del grupo y señalaba el parámetro de que el Surrealismo debía ser una actividad natural, no inducida, por consiguiente, rechazaba el hipnotismo y las drogas que eran utilizadas en el Dadaísmo. En el mismo año apareció la revista “La Revolution Surréaliste” órgano de expresión del grupo que dirigía André Breton. En 1925 se realizó la primera Exposición de pintores del grupo o afines a él participaron Hans Arp, Giorgio de Chirico, Max Ernst, Paul Klee, Man Ray, André Masso, Joan Miró, Pablo Picasso y Pierre Roy, la muestra fue en la galeria Pierre de Paris.
Los Surrealistas tomaron elementos de la Psicología (o Psicoanalisis) de Sigmund Freud y del Marxismo. En 1927 André Breton y algunos de sus seguidores se afiliaron al Partido Comunista y ese mismo año la Revista “La Revolution Surréaliste” se paso a llamar “Le Surrélisme au service de la Revolution”. En los años 30’ se incorporan al Surrealismo, Salvador Dalí, Luis Buñuel y Tristan Tzara.
En 1928, Breton afirma en “Le Surréalisme et la peinture” que la pintura surrealista era aquella que en lugar de inspirarse en las imágenes que están fuera, exteriorizaba una sensación psico-física o una visión interior.
Los pintores surrealistas como los nombrados (Joan Miró entre ellos) André Masson, Paul Delvaux, René Magritte o Yves Tanguy trabajaban de manera racional, controlando las técnicas, diciendo que era la única forma de plasmar una visión interior, que no siempre nacía del subconsciente. Sus obras son denominadas figurativas, muchas veces tienen un significado simbólico.
Comentemos para finalizar que sus artículos críticos, André Breton, los reunió en las obras “Pasos perdidos” (1924) y “Punto del día” (1934). Escribió obras teóricas como “Posición política del Surrealismo” y “Cuando los surrealistas tenían razón” de 1935. También expuso su interés por los lenguajes irracionales en el ensayo “El arte de los locos, la llave de los campos” (1953) y realizo homenajes a Poetas, que antes mencionábamos, como el Conde de Lautréamont, Arthur Rimbaud y también el Marqués de Sade.
Fuente: periodicovas.com